El cabello y el cuero cabelludo son dos elementos fundamentales en nuestra apariencia y, a menudo, en nuestra autoestima. Sin embargo, es muy común que a lo largo de la vida enfrentemos diversos problemas capilares que pueden afectar tanto la salud de nuestro cabello como la confianza en nosotros mismos.
En este post trataremos los siguientes temas
¿Qué entendemos como un «problema capilar»?
Cuando hablamos de un problema capilar, nos referimos a cualquier condición que afecte la salud, apariencia o funcionalidad del cabello y del cuero cabelludo. Estos problemas pueden manifestarse de diferentes maneras, desde una simple resequedad o pérdida de brillo hasta condiciones más severas como la caída excesiva del cabello o una dermatitis.
No es lo mismo un problema capilar que una enfermedad capilar
Es fundamental diferenciar entre un problema capilar y una enfermedad capilar. Los problemas capilares suelen ser afecciones temporales o manejables que no implican un riesgo grave para la salud general. En cambio, las enfermedades capilares son condiciones médicas que requieren la atención de un especialista, como la alopecia areata o la psoriasis.
Entender esta diferencia te ayudará a abordar cada situación con el nivel de seriedad y tratamiento adecuado.
¿Cuáles son los problemas capilares más frecuentes?
Existen varios problemas capilares comunes que afectan a un gran número de personas. A continuación, te presentamos los más habituales:
Caspa
La caspa es uno de los problemas capilares más comunes y reconocibles. Se caracteriza por la presencia de pequeñas escamas blancas en el cabello y en la ropa. Este problema suele ser causado por una producción excesiva de sebo en el cuero cabelludo, lo que favorece el crecimiento de un hongo llamado Malassezia. Aunque la caspa no es peligrosa, puede ser muy molesta y afectar la autoestima de quien la padece y puede desencadenar problemas de inflamación.
Descamación del cuero cabelludo
La descamación del cuero cabelludo, aunque similar a la caspa, tiene causas y características distintas. Puede estar relacionada con la dermatitis seborreica, el eczema o incluso la psoriasis. La piel del cuero cabelludo se seca y se desprende en forma de escamas, lo que puede provocar picor e irritación. Es esencial identificar la causa subyacente para aplicar el tratamiento más adecuado.
Resequedad, debilidad y cabello quebradizo
La resequedad del cabello puede ser un signo de que el cuero cabelludo no está produciendo suficiente sebo o que el cabello está expuesto a factores externos dañinos, como el uso excesivo de secadores, planchas, productos químicos agresivos, o incluso la exposición al sol sin protección. Un cabello reseco suele ser frágil, quebradizo y propenso a las puntas abiertas, lo que afecta su apariencia y salud general que en muchas ocasiones tiene que ver también con problemas nutricionales.
Cuero cabelludo sensible
El cuero cabelludo sensible es una condición en la que el cuero cabelludo reacciona de manera exagerada a ciertos estímulos, como cambios de temperatura, productos capilares o incluso el estrés. Esto puede causar picazón, enrojecimiento y una sensación general de incomodidad. Es crucial utilizar productos adecuados y evitar aquellos que puedan irritar aún más el cuero cabelludo. Está muy ligado a la dermatitis atópica, la rosácea, etc.
La grasa capilar
La producción excesiva de grasa capilar es otro problema común, especialmente en personas con estrés, que hacen mucho ejercicio o con sensibilidad a la testosterona. Esto puede hacer que el cabello se vea pesado, sin volumen y con un aspecto sucio, incluso poco después de haber sido lavado. Controlar la grasa capilar es posible con productos adecuados y hábitos de higiene específicos, como evitar el uso de productos demasiado agresivos que pueden provocar un efecto rebote en la producción de sebo. Si no se trata, con el tiempo el pelo se debilita y puede aparecer mayor caída o menor densidad.
¿Cómo se pueden prevenir los problemas capilares?
Prevenir los problemas capilares es posible con una rutina de cuidado adecuada y productos específicos para tu tipo de cabello y cuero cabelludo. Mantener una higiene regular, con una frecuencia adecuada a cada uno, usar los productos específicos para cada persona, y para cada momento y proteger el cabello del daño causado por factores ambientales como el sol y la contaminación son algunas de las acciones que podemos llevar a cabo. Además, una alimentación balanceada y la hidratación adecuada también juegan un papel crucial en la salud capilar.
Recuerda siempre escuchar a tu cabello y adaptar tu rutina según sus necesidades.
¿Crees que tu cabello necesita un cuidado profesional? Podemos ayudarte
Si sientes que los problemas capilares están afectando la salud de tu cabello y no sabes cómo manejarlos, es recomendable acudir a un experto en salud capilar. En Just One, bajo la dirección de la Dra. Cristina Morante, ofrecemos un enfoque personalizado para identificar y tratar cualquier problema capilar que puedas estar enfrentando. Con nuestro conocimiento y experiencia, estamos aquí para ayudarte a recuperar la salud y el brillo de tu cabello, brindándote la confianza que necesitas para sentirte bien contigo mismo.
No dudes en contactarnos para recibir una consulta y descubrir cómo podemos ayudarte a cuidar de tu cabello de la mejor manera posible.


