Como hemos comentado ya en alguno de nuestros artículos anteriores, el cabello forma parte de un tejido en continuo cambio (crecimiento y caída) Es un tejido vivo el cual se ve modificado por muchas circunstancias que varían y alteran sus periodos de caída, reposo y regeneración.
En el cambio de estaciones como la primavera y el otoño nuestro cabello puede experimentar una mayor caída que en ningún caso es definitiva salvo que de base tengamos además alguna enfermedad en el mismo.
En este post trataremos los siguientes temas
¿Por qué se puede caer más el pelo en Otoño?
En el ser humano ya solo queda un vestigio de lo que realmente era el pelaje que como todos los mamíferos se adecuaba en cantidad y grosor según la temperatura exterior y por lo tanto de la estacionalidad.
El pelo servía entre otras cosas, hace miles de años para protegernos del frió y de posibles lesiones. Hoy en día nuestro pelo sigue teniendo esa “muda” tanto en primavera como en otoño para adecuar nuestro pelaje a la temperatura exterior.
Y es que cuando hace calor tenemos que refrescarnos y una forma es tener menos densidad de pelo, perdiendo pelo y haciendo que salga más fino.
En cambio, en otoño debemos prepararnos para el duro invierno por lo que perdemos aquellos pelos finos para dar paso a un pelaje más grueso que nos ayude a combatir el frío.
Cómo funciona la caída estacional del cabello
Debido al cambio de temperatura como resultado también de menor número de horas solares, los cabellos que estén en fase de crecimiento y en fase de reposo se sincronizan de tal manera que se produce un efluvio telógeno o caída de cabello de folículos en crecimiento.
Además debemos tener en cuenta que nuestro cabello está más seco y debilitado después del calor y el sol del verano junto con otros agresores externos como el cloro o la sal. Estos factores agravan aún más la caída estacional.
La propia caída que es fisiológica como hemos visto nos genera a su vez estrés sobre todo en pacientes que ya notan una menor densidad por otros motivos. Recordemos que el estrés es un detonante importante para detener el crecimiento del cabello y provocar la suelta o caída de cabello.
Pero todo ello, en esta época, se ve agravado por la vuelta a la rutina que conlleva de nuevo un mayor estrés sumándose a una mayor cantidad de cabello caído .
¿Debo preocuparme por un aumento de la caída capilar en Otoño?
La caída otoñal produce en todos nosotros situaciones de estrés. Por supuesto mayor en aquellos pacientes que por diversas circunstancias ya tienen una menor densidad o presentan alguna enfermedad del cuero cabelludo.
La caída otoñal no significa en ningún caso que nuestra enfermedad de base haya empeorado o que nuestro tratamiento no esté dando resultado. Pero sí debemos ayudar a nuestro pelo a salir reforzado del otoño.
¿Qué podemos hacer para evitar una mayor caída en esta estación?
Nos ayudará reforzar los nutrientes que necesitan nuestros folículos para que de nuevo comience una fase de crecimiento en el que no haya falta de vitaminas ni oligoelementos. Las vitaminas principales serán la biotina, la vitamina D, la vitamina A y E. Dentro de los minerales es importante reforzar en aquellas pacientes con un depósito de hierro menor a 70 mg/dl y aportar Selenio, Zinc y Magnesio como principales oligoelementos para la unidad folicular.
Podemos prevenir también la rotura del cabello con tratamientos reparadores de los daños solares y de la deshidratación que el sol y el cloro han provocado en nuestro pelo durante los meses de verano.
Todo ello ayudará a que la caída estacional no sea un hándicap más para recuperar nuestro cabello.
Si te preocupa la pérdida de cabello en otoño y necesitas una opinión profesional y especializada sobre tu salud capilar actual, en Just One podemos ayudarte. Pide tu cita previa con la Dra. Cristina Morante.